El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, invitado por el partido republicano dio un discurso en EEUU ante un congreso, en donde la nota más destacada fue ausencia la vicepresidente Joe Biden y de los 53 congresistas demócratas. Netanyahu argumentó en su discurso, que el acuerdo que contempla un congelamiento de las actividades nucleares de Irán pero no la destrucción de la infraestructura para fabricar armas. El ministro israelí destaco que “su país peleará solo contra un Irán con armas nucleares si es necesario”. Uno de los aspectos más cuestionables de esta visita son las repercusiones internas que la misma genero en ambos países, como bien señala esta nota de Carlos Chirinos para la BBC: “En Israel, donde en dos semanas se realizarán elecciones generales, la visita del primer ministro es vista como una jugada ventajista con la que el aspirante a la reelección pretende presentarse como el candidato mejor posicionado para el manejo de los asuntos exteriores del gobierno de Tel Aviv.
En EE.UU. la presencia del israelí tiene más enfrentados que nunca a republicanos y demócratas, al punto que varios de los legisladores del partido de gobierno decidieron no estar presentes durante la intervención de Netanyahu.
Haberle permitido esa plataforma tan cerca de las elecciones equivale a darle un respaldo a su opción, temen algunos.”
La bomba diplomática que dejó Netanyahu en Washington, por Carlos Chirinos