Por estas horas se dio a conocer que entre las reformas que está realizando el presidente Macri en la Casa Rosada se llevaron a cabo tres «limpiezas energéticas», que se suman a una “purificación de energía” en la residencia presidencial de Olivos. Si el lector desprevenido supone que pueda tratarse de una tarea de mantenimiento eléctrico, distintos medios aclaran que son parte de «una serie de actividades espirituales» que ordenó el jefe de estado porque «padecía fuertes dolores de cabeza».
Cuando un funcionario de alto rango muy cercano, que aparentemente comparte con Mauricio Macri estos códigos esotéricos, le sugirió que «limpiara» su despacho, Macri le respondió que «ya hay gente que se está ocupando de eso» sin precisar quiénes, aunque distintos medios afirman que es La Maestra, una guía budista a la que el Presidente visita semanalmente para alinear sus chakras a través de los cuencos tibetanos y de los gongs.
En Jujuy, cuando Macri participó de la ceremonia de agradecimiento a la Pacha Mama, un joven vestido con los colores de Boca Juniors le gritó «¡Dios te ha ungido presidente!». Desde entonces, hasta estos primeros meses de gobierno, se han ido conociendo detalles de la adhesión del primer magistrado a cultos alternativos, algo que quizás explique también que gran parte de sus votantes son más emocionales, y los de su contrincante del FPV, más reflexivos. Esto según señaló un estudio de neuroimagen a través de resonancia magnética funcional (RMf) que analizó las áreas cerebrales que se activaban en un grupo de voluntarios al mirar elementos de la última campaña política presidencial argentina.
La polémica que esto genera no obedece tanto a la novedosa práctica de rituales místicos en edificios públicos, sino porque se destaca en el contexto de una violenta reducción de presupuesto por decreto en el sistema educativo y científico. Como parte del rechazo a los despidos que afectan distintas áreas del Estado nacional, se elevaron hace unos días prestigiosas voces de la Ciencia y la Tecnología: “vemos con suma preocupación los despidos, no sólo de puestos administrativos sino también técnicos, de trabajadores de la empresa nacional ARSAT, emblema de un desarrollo científico-tecnológico independiente y generador de puestos de trabajo calificados”. El texto pertenece a un comunicado firmado por importantes referentes del sistema científico, tecnológico y universitario argentino, quienes además sostienen en el mismo documento que su “tarea cotidiana se construye sobre las bases del pensamiento crítico, por lo cual no podemos mirar para el costado frente a medidas que echen por tierra conquistas sociales y populares e instale un discurso adormecedor de conciencias”.
Es de celebrarse la apertura a la pluralidad de visiones del mundo, aunque sorprende que una de esas visiones, la científica, esté atrapada en el cepo del ajuste.